Palabras para tus ideas
Un curso de escritura único en su especie
Metodología
Escribir con método, la llave que estás buscando
Palabras para tus ideas es un curso de escritura singular.
Y lo es porqué está basado en un método de escritura muy concreto (aunque muy flexible).
Pero, ¿por qué escribir con método?
Muy sencillo: por qué escribir sin método es complicarse la vida.
Muchos lo hacen, es cierto. Algunos por desconocimiento y otros porque creen, erróneamente, que escribir con método limitará su creatividad.
No caigas en esa trampa.
Escribir con método te permitirá trabajar paso a paso, evitará que te pierdas y te ayudará a aprovechar mejor cada minuto que dediques a la escritura.
Esto te dará más libertad (y no menos) para jugar con las palabras y sacar partido a tu creatividad.
Tres estrategias que transformarán tu escritura para siempre
El método que aprenderás en este curso está inspirado en cómo trabajan la mayoría de escritores profesionales y está basado en tres estrategias muy simples (aunque nada evidentes).
En el curso las explico en detalle y te muestro cómo ponerlas en práctica, pero quiero contarte un resumen de lo esencial aquí mismo.
Aquí las tienes:
1) Inventar primero, redactar después
Como escritor, cada vez que abordes la creación de una nueva historia tendrás dos trabajos por delante:
- Inventar la historia.
- Encontrar palabras para comunicarla.
Son dos tareas muy diferentes y jamás deberías afrontarlas a la vez. Compaginar el esfuerzo de inventar tu historia con el de hilvanar un redactado coherente es tan difícil como innecesario.
Dedícate primero a inventar tu historia.
Escribe, construye esquemas, dibuja… Utiliza la estrategia creativa que mejor te funcione, pero centra tus energías en inventar la mejor historia posible y no te preocupes por la elegancia de tus palabras: este primer esfuerzo es sólo trabajo previo, trabajo para ti, no el redactado de final de tu historia.
2) Escritura en «copo de nieve»

Una vez inventada tu historia, habrá llegado el momento de escribirla.
Pero en lugar de empezar a redactarla desde el principio y a todo detalle, es mejor que la construyas en “copo de nieve”, es decir, escribiendo versiones preliminares.
¿Cómo exactamente? Creando prototipos de tu historia, cada uno más detallado que el anterior. El primero de unas pocas líneas, el segundo de unos pocos párrafos, el tercero unas pocas páginas… Justo del mismo modo en que se construye el copo de nieve de la animación.
Escribiendo así tendrás siempre una visión global de tu historia y podrás descubrir y corregir con menos esfuerzo los problemas que surgen en toda obra en construcción.
Si dudas sobre la eficacia de esta técnica te sugiero que intentes dibujar a lápiz la versión final del copo de nieve de la animación (el equivalente de tu redactado definitivo).
El resultado será un desastre, no lo dudes, pero hará que experimentes lo que ocurre cuando creas algo sin saber a dónde vas.
3) Crítica continua
Para un escritor, la crítica es un regalo.
El problema con la crítica corriente, la que se da al texto terminado, es que llega demasiado tarde, cuando aplicar cualquier recomendación supone rehacer (y tirar) mucho trabajo.
Escribir en «copo de nieve», como te sugiero en el punto anterior, tiene el beneficio adicional de permitirte recibir crítica a lo largo del camino, en cada una de las versiones del «copo».
El valor de esta crítica es incalculable: te ayudará a corregir las partes de tu historia que no funcionen antes de haber invertido días, semanas, o meses en redactarlas y te permitirá avanzar en la construcción de tu historia con el convencimiento de que vas por buen camino.
Dentro de este curso esta crítica te la daré yo personalmente, pero puedes aplicar este mismo método por tu cuenta si pides opinión a familiares y amigos.
Si estás interesado o interesada, me gustaría poder explicarte en detalle cómo utilizar este método para escribir tu historia: